Sobrarbe es mi vida, gente sencilla y parajes únicos. El lugar donde mis cenizas, dentro de muchos años espero, abonaran nuevos bosques y praderas.

28 oct 2012

Siete en uno (17-09-12)


Añisclo y Ordesa

18:00h- Acabamos de llegar al coche de Moncho, con los pies deshechos, las piernas doloridas y la espalda gritando que nos quitemos la mochila. Con dolor de cabeza por tener el sol sobre mí durante todo el día. Hemos vuelto del macizo de Monte Perdido, los Treserols, de completar una durísima jornada montañera. 12 horas de actividad que empezaron en la puerta del refugio de Góriz antes de que el reloj tocase las 6 de la mañana. 12 horas como 12 campanadas en las que ascendimos 7 tresmiles y ganamos unos 2000m de desnivel.
Vista de los Gabietos, la Brecha y el Taillón desde la bajada del Perdido
16:00h- Refugio de Góriz. Finalizado el descenso desde Punta Escalera con los pies escaladados por culpa de unos calcetines excesivamente gruesos, lo primero que he hecho ha sido quitármelos junto con las botas y meterme en el cuerpo 2 latas y media de cerveza. Charramos un rato con unos compañeros madrileños con los que hemos coincidido en la cima del Perdido y poco después emprenderemos camino de regreso al coche.
Cara sur del Perdido desde Punta Escalera
14:20h- Cima de Punta Escalera (3027m). Una corta trepada de apenas 30m nos ha encaramado al séptimo y último tresmil del día. No deja de ser un pico anecdótico, un repechillo a mitad del descenso del Perdido por su cara sur. Precisamente ha requerido más dificultad el tramo ya bajado, en el que hemos tenido que destrepar los dos famosos resaltes de “las escaleras”: un par de paredes de 10-15m y grado II o II+. He acarreado durante todo el día 30m de cuerda para descolgar a Moncho en caso de que no se atreviese a destreparlas “a pelo” pero demuestra no necesitarla para nada.
Nevero que baja del cuello del Perdido, atravesando el camino que hemos de tomar
13:00h- Cima de Monte Perdido (3355m). Qué laaaaaaaargooooo se me ha hecho el último tramo de ascenso, uffffffffffffff. Pero ahora con las fotos, los mordiscos al bocadillo y la sensación de volver a estar en esta cima tan mítica, el dolor de piernas se difumina con la satisfacción del (casi) deber cumplido. Lo cierto es que la subida se ha hecho muy dura, principalmente porque el tramo que lleva hasta el cuello del Perdido, sin crampones y evitado por ello el nevero que baja de dicho collado, es un inmenso canchal de roca desmenuzada y gran pendiente. Luego desde el collado hasta la antecima no hay más que una divertida trepada que se salva en un santiamén.
El Cilindro resalta sobre el glaciar del Perdido, junto al valle e ibón de Marboré
11:20h- Cima de la Espalda de Esparrets (3077m).  Alucinando estoy con las vistas impagables que tiene este extraño tresmil, unas olas rojizas que salen de la pared que asciende hasta el Perdido desde Pineta. Nos queda justo debajo el Glaciar del Monte Perdido, esa menguante superficie helada que recuerda otras épocas que vivieron estas montañas. Girando un poco el cuello vemos todo el valle colgante, convertido ahora en morrena e ibón de Marboré, y después ya todo el inmenso valle de Pineta, casi 2000m más abajo. Desde luego se trata de uno de los miradores más increíbles que he alcanzado en los Pirineos, muy por encima de lugares con mucho mayor renombre.
Vista de la Espalda de Esparrets y Marboré desde el Baudrimont NW
10:35h- Cima del Baudrimont NW (3045m). Ahí va nuestro cuarto tresmil, el más divertido porque precisa de una trepada facilita (grado I-II) y lo suficientemente larga y con patio como para hacerse interesante. Y la desenvoltura de Moncho en este tramo es notable, se nota que va cogiendo confianza en tramos algo técnicos. Al pie del pico acaba la lengua de nevero que queda en este altiplano, y aprovechamos su deshielo para cargar agua. Al este, la panorámica de todo este desierto mineral es maravillosa y las diferentes texturas de roca contrastan con el verde reluciente de Pineta al oeste.
Monte Perdido desde la cresta que lleva al Soum de Ramond
09:35h- Cima del Soum de Ramond (3259m). Esperábamos ambos, sin duda, más de esta cima. Las vistas no son especialmente reseñables en comparación con la Punta de las Olas. Sin ser feas, para nada, realmente creo que el mayor interés de este pico es su ascenso por la chimenea de la pared sur, que no hemos hecho al venir desde el noreste. Nos ha costado, eso sí, una buena sudada por la buena pendiente de la pedrera (buena) por la que se sube hasta la arista. Son casi 300m de desnivel que se ganan en un suspiro y luego un sencillo paseo por la cresta hacia la izquierda, hasta el fondo de la misma donde está la cima propiamente dicha
Desde el Baudrimont SE se aprecia la inmensidad y diversiad de este solitario lugar
08:40h- Cima del Baudrimont SE (3026m). Apenas nos ha costado 10min alcanzar este extraño cuerno (según por donde lo mires) que se alza unos 50m sobre el plateau, pero al dar vista hacia Pineta tiene una panorámica preciosa. El ascenso, según reseñas se puede hacer por dos pasos paralelos y muy juntos, el más corto de ellos salvando una placa de II+ que resultó ser mucho menos complicado de lo leído (dudo que tenga ese grado).  El paseo cuasi llano entre la Punta de las Olas y este pico nos ha adentrado ya en el valle escondido, un desierto de roca caliza con miles de facetas que resulta tan extraordinario como esperábamos.
Pineta y el cinca destelleando
08:15h- Cima de Punta de las Olas (3022m). Primer tresmil del día!! Y vaya estreno!! Desde el GR que iba al collado Añisclo hemos tomado la traza de acceso más recta hacia cima, por una pedrera más sencilla de lo que parecía desde la distancia, que tiene apenas un resalte rocoso de unos 15m de fácil y muy intuitiva trepada, salvando una chimenea por la derecha y luego saliendo hacia la izquierda. Escasamente 2h desde que salimos de Góriz, el horario es buenísimo y no hemos forzado la máquina en absoluto, que esto apenas era el calentamiento jejeje. Desde la cima, ya con el día clareado tenemos las mejores vistas de Añisclo, inmenso tajo que corre hacia el sur, alejándose progresivamente de su hendedura casi paralela, Ordesa, que discurre hacia el sur para tornar hacia el oeste.
Macizo de La Munia y LaLarri desde el Baudrimont SE
 07,30h- Sendero GR entre Góriz y Collado Añisclo, 2650m aprox. Estamos en pleno éxtasis, disfrutando de un amanecer absolutamente indescriptible que va ganando terreno desde los lejanos montes de Cotiella y Posets, abalanzándose sobre la Zuca, el collado Añisclo y la Peña Montañesa. Tonos rojizos y anaranjados envuelven nubes grises y azuladas, contrastando con las siluetas pirenaicas y la exigua luz que aún impregna los valles. Perdemos todo el tiempo que podemos contemplando este milagro de la naturaleza, pues por esto precisamente hemos madrugado tanto. Por esto a las 6 salíamos con los frontales encendidos por la puerta del refu, y por esto atravesábamos el collado superior de Góriz, aún entre tinieblas, antes de las 7h.
Amanece sobre el collado Añisclo, la Zuca y las Tres Marías
05:45h- Suena el despertador de Moncho a las 5h, somos los primeros en mover en el refugio y con sigilo para no molestar más de lo imprescindible, nos vestimos y llevamos todos los zarrios al comedor, donde acabaremos de empacar y le meteremos mano al desayuno (demasiado frugal) que han tenido la amabilidad de prepararnos por anticipado, algo que agradecemos otra vez desde aquí. Mientras nos calzamos las botas, comentamos las últimas indicaciones, listos para partir. 
Cilindro, Perdido y Soum de Ramond, las Treserols

13 oct 2012

Travesía Central Pirenaica (TCP): mi visión



No he utilizado este blog para tratar temas políticos o de actualidad, siempre ha sido mi reducto de aislamiento respecto a este mundo tan engañoso que nos ha tocado vivir. Montaña y bici, libros y películas, prosa y verso… buen lugar para olvidarme de todo lo de fuera, recordar sentimientos vividos y conectarme conmigo mismo.

Hoy, y espero que sin que sirva de precedente voy a hablar de un tema tan de actualidad en Aragón como la TCP (Travesía Central Pirenaica). Para los que no lo sepáis, si es que hay alguno, se trata de un proyecto para construir un macro-túnel de baja cota que atraviese los Pirineos centrales de sur a norte. Dicho túnel, de unos 20-30km (aproximadamente, podrían ser más pero lo dudo), se construiría para el tránsito ferroviario e intensivo de mercancías. Y aparte de las paradas en Zaragoza y Toulouse, tal vez tendría alguna parada extra en sitios como Huesca, Barbastro o Lannemezan. O ni eso.

Esto viene a ser lo más probable. Cierto que en reuniones con la Fundación Transpirenaica (creada por y para contar las bondades del proyecto) se nos comentó que había alguna posibilidad de que también pudiera transportar viajeros, y que igual podría haber alguna parada más, pero no creo que haya que ser muy espabilado para, viendo el espíritu de la obra, tener claro que lo que se busca es un medio rápido para cruzar mercancías a través de los Pirineos. Y desde luego eso a Sobrarbe creo que le da pocas o ninguna ventajas.
Desde dicha Fundación también se nos indicó que la zona elegida tendría contrapartidas. Bueno, pues esto tiene para mí una lectura clara: si te dan una contrapartida por algo, es que ese “algo” no te va a ser muy positivo. Nunca he visto que porque la Administración construya en una zona algo bueno, yo que sé, una piscina cubierta, una carretera como la Yebra de Basa – Fiscal, tenga aparte que dar contrapartidas positivas a dicha zona (subvenciones, más servicios, etc).
La Fundación Transpirenaica, entre otras cosas nos puso como ejemplo los túneles suizos que cruzan los Alpes, haciendo hincapié en el túnel de San Gotardo, que conecta la parte italiana de Suiza (Lugano) con la germano parlante. Esto en realidad son dos túneles, uno de carretera ya construido en los 80, de 18km y el que se está acabando (se supone que para 2017) de ferrocarril y 56km.

Casualmente en mi viaje a los Alpes este mes de junio pasépor el túnel de San Gotardo, y pude ver todo lo que la Fundación no enseña: los 50km de valle anteriores al túnel y las características propias (geográficas y demográficas) de la zona en cuestión.
El valle del sur (Cantón de Tesino), que viene desde Lugano es un valle que tiene una cicatriz irreparable, está cosido a base de desmontes, de movimientos de tierra, de plantas transformadoras de hormigón, de plantas de áridos, de barracones, etc. Cada pocos kms encuentras una de estas industrias, varias de ellas en evidente desuso y ruina, otras funcionando para el túnel que sigue en construcción, pero que a no mucho tardar serán ya inútiles.
Ese valle, muy bonito de por sí, está irreparablemente afeado. De cara a los habitantes del mismo, económicamente no supone mucho, sino lo contrario, pues teniendo a pocos km ciudades como Lugano y sobre todo Milán (muchos suizos trabajan en Italia), así como sus áreas industriales, todo esto es asumible, pues no viven del turismo sino del transporte y el sector industrial. Para ellos esta obra es positiva. El coste que supone el afeamiento del medio, el paso de otra línea ferroviaria más que corte el valle, es compensado por el impacto económico.

Sin embargo, el lado opuesto del túnel (en carretera sale a la localidad de Wassen y el ferroviario lo hará cerca de Altdorf, ambas en el Cantón de Uri) es diferente. Lo que pude ver más, la zona de Wassen, es un valle más rural y sin el impacto de grandes ciudades cercanas. Una zona preciosa, aunque sin la descollante belleza de otras cercanas. Diferencia ésta que el hecho de pasar la obra no hace sino aumentar.  Ensuciado, este valle queda más como zona de paso que como destino en sí (lo que nos quieren vender que seríamos, algo incierto).
Los mayores beneficiados en este lado del túnel, turísticamente hablando son la zona de Lucerna - Lago de los Cuatro Cantones e Interlaken, ambas cercanas a Wassen (pero cercanas como pueda ser Biescas de Ainsa)
Y ojo, estoy hablando de una infraestructura, la suiza, que permite el tránsito de pasajeros.

Lo que yo creo es que teniendo una comarca como la que tenemos, Sobrarbe no puede permitirse un destrozo masivo del valle del Cinca. Una línea de tren vallada que partiría la comarca por la mitad, que desde Abizanda a Salinas retumbaría todos los días con el incesante paso de trenes de mercancías que ni pararían ni dejarían beneficio alguno.
Qué beneficio dejará la TCP en Sobrarbe? Los ingresos por 15-20 años de obras? Obras que a buen seguro llegarán aquí ya contratadas por grandes empresas, y como mucho los constructores locales se llevaran subcontratas secundarias. Alojamientos y comidas? A buen seguro se construirán barracones para los trabajadores como en otras obras faraónicas, y los hoteles y alquileres de casas ganarán dinero, si, igual que lo perderán por turistas que dejarán de venir hartos de ruidos, polvo y obras. Creéis que es fácil volver a recuperar el turismo que se perderá (y muy rápidamente) durante estos años, habida cuenta la oferta que hay en España y en el propio Pirineo? Yo creo que será imposible recuperarlo, más aún cuando una vez acabado el túnel, toda la industria e infraestructura creada por y para el trabajo, se dejará allí pudriéndose a la intemperie y destrozando el entorno. Con lo caro que es, nos creemos que se llevarán todas las graveras, industrias y desmontes que han hecho, lo escobarán todo y replantarán césped y árboles?
Aún en el más que improbable supuesto que esos años de obras den buenos réditos en la Comarca, qué legado dejaremos a nuestros descendientes? Un territorio estropeado, el mayor valor que tiene nuestra tierra, la naturaleza virgen, ajado y mancillado.

Y en caso (improbable) de ser transporte de turistas, estos preferirían disfrutar de valles menos estropeados. Ahora estamos a 15min de Campo y a 40 de Sabiñánigo, si esta obra se lleva a cabo no será antes de 30-40 años que esté terminada, y para entonces es de suponer que Ventanillo y Jánovas tendrán nuevas carreteras con lo que en apenas media horas nos plantaríamos de Biescas a Boltaña, de Labuerda a Benasque. Merece la pena que esta obra pase y destroce el Cinca cuando podríamos tenerla a un paso en otros valles? 

El señor Paco Lacau lleva meses en campaña para que la TCP pase por Sobrarbe, porque a Somontano le interesa (como zona industrial, más similar al lado sur de San Gotardo, y con una Sierra de Guara que no se vería afectada), y porque Sobrarbe se la trae al pairo. Seguro que si el trazado fuese por el Vero no le haría tanta gracia. El resto de comarcas pirenaicas, ninguna ha levantado el brazo pidiendo la obra para sí. Comarcas todas con mucho mayor peso político en el Gobierno Aragonés que Sobrarbe, y por tanto con más capacidad política para atraer beneficios. Estoy convencido que si la TCP fuese tan ventajosa como la pintan, todas ellas se pegarían por albergarla, en vez de dejársela al hermano pobre que somos Sobrarbe. 

Porque la jugada es maestra: los inconvenientes, a Sobrarbe, a ellos los años de obras, destrozos, ruidos y polvo.  Y el territorio estropeado. Y en caso de que puedan llegar viajeros, en 30 años nuestras comarcas estarán por carretera a un paso de ese tren. Del andén a Benasque, Jaca o Biescas apenas habrá media hora. Comarcas que no contarán con el destrozo de la obra. Porque yo tengo claro que entre quedarme en una Escalona post TCP a pasar unos días o irme en un santiamén a Biescas o Benasque, elijo esto último.
La única ventaja competitiva que tiene Sobrarbe ahora sobre el resto del Pirineo es su medio natural, el más y mejor preservado de este lado de la cordillera. Perderla sería catastrófico, especialmente porque conforme pasen los años, las zonas de Pirineo que ya están adueñadas por el ladrillo indiscriminado y las macro estaciones de esquí, lo estarán aún más, y con ello las ventajas y el atractivo de un territorio limpio serán aún mayores. 

Las oportunidades para Sobrarbe están todas ya dentro de la Comarca, lo que hace falta es gestionarlas bien y potenciarlas. Y si puede ser, contar con las mismas oportunidades que cuentan el resto de Comarcas pirenaicas, tanto desde Gobierno de Aragón como desde la propia sede comarcal.

8 oct 2012

Como elefantes rosas en mallas de ballet

Ciclando el cerro cimero de Punta Roya, foto de Javito


Aprovechando que el tiempo todavía se mantiene estable, el jueves 4 de octubre le metimos mano a una vuelta planteada por Oriol, y a la que le tenía muchísimas ganas.
El recorrido, tal que así: salir del aparcadero que hay en la carretera que sube a Francia, a la altura del valle de Barrosa, subir por asfalto hasta la boca española del túnel de Bielsa y allí coger un sendero PR que pasa junto al chuzo de Pinarra y remonta el valle del mismo nombre hasta el Puerto Viejo de Bielsa. Desde allí, tomar una senda que crestea dirección oeste hacia la cima de Pico del Puerto Viejo, y encadenarlo con los cercanos picos de Barrosa y Punta Roya. Finalmente continuar por la cresta fronteriza de nuevo hacia el oeste, hasta el puerto de Barrosa, donde nos tiraremos por el lado español descendiendo por PR hasta el fondo del valle de Barrosa, y finalmente descender por dicho valle hasta su final, donde estarán los coches.
1500mt aprox. de desnivel acumulado, 1000mt de ellos para ser remontados bici al hombro.  La ruta fue un completo, sonoro y rotundo éxito, para convertirse en una clásica sin duda. Pero no adelantemos acontecimientos.
Primeros tramos pseudociclables de Pinarra
Tramo ciclable entre tasca
 A las 9 de la mañana nos juntamos en el aparcadero de Barrosa (1370m) Oriol y yo con nuestros tres compañeros de ruta: el naburro Javito, Adán de la Almunia y Raúl del País Vasco. El cambio de Adán empezó la ruta dando problemas y hubo que cambiarlo, lo que nos hizo no empezar hasta las 10h. De “calentamiento” nos comimos los 3-4km finales de A-138, hasta la boca del túnel de Bielsa. Hasta que no se pedalean no se da uno cuenta de lo que pican esos kms finales de puerto, menudas rampas!
Llegados al túnel toca cambiar el chip, quitarse ropa porque ya pega el sol y empezar el continuo cicla-desmonta-anda-monta-cicla… que es tan común en senderos de montaña no muy empinados: a ratos se puede pedalear, a costa de poner la patata a mil, y dejarte las patas tiesas para los restos. Así que mientras Oriol y sobre todo Javito suben sus buenos repechos montados, yo me dedico a portear la bici y sólo monto aquellos tramos que se ven claramente ciclables, olvidándome de pechugazos que sé por experiencia que pagaré luego.
Punta Roya y pico Barrosa vistos desde la subida
Javito porteando con Pinarra a los pies
Gran parte de la subida es por la cresta fronteriza
 En estas nos hemos internado ya en el valle de Pinarra, hermosa extensión de pastos que se haya escondida sobre el túnel. Llegamos a una pequeña borda de pastores que hay a cota 2000 junto al sendero donde hacemos el primer alto para un rápido bocado y cambio de impresiones. A partir de aquí el sendero “llanea” un rato y podemos ciclar con algo de soltura unos cientos de metros, ya con vista clara sobre el siguiente punto importante de la ruta: el Puerto Viejo de Bielsa (2378mt).
Dicho paso, al que llegaremos tras un buen rato de porteo salvando las zetas del camino a buena marcha, es tristemente famoso por ser la vía de escape que hubo de usar la gente de estos valles durante la Guerra Civil, en el episodio de la Bolsa de Bielsa. Cerca de 5000 personas hubieron de huir entre la nieve primaveral de 1938.
En el hacemos un alto junto a la garita de guardia para leer los paneles informativos y otear el sendero de bajada hacia La Gèla en Francia.
Llegando al Puerto Viejo de Bielsa
Cerca de la cima del Pico del Puerto Viejo
A partir de aquí no habrá ni un tramo ciclable hasta el Pico del Puerto Viejo, así que cargamos bien la bici al hombro o a la chepa, según gustos, y procedemos a continuar el avance impenitente hasta la cima, con las paradas indispensables para las fotos y cambiar la postura de la bici, que deja el hombro resentido (y más si tanto domingo como martes hube de utilizarlo).
Las vistas son fabulosas, tanto al lado francés (picos de La Gèla, Gerbats, Garlitz, Petit Blanc, Piau…) como al español (Pico de Barrosa, de la Espada, Fuesa y Suelza…), siempre con la herbosa olla de Pinarra y sus ibonets reluciendo a nuestros pies.
Desde la cima: Robiñera, La munia, Sierra Morena...
Lagos de Barroude y las murallas de Troumouse
Es la 1 y pico cuando coronamos el Pico del Puerto Viejo (2723mt), atalaya impresionante hacia La Munia, Sierra Morena y Robiñera, los lagos de Barroude y todo el resto del mundo que se despliega hasta donde alcanza la vista. Todavía nos damos el gustazo de pedalear los últimos metros de ladera hasta la cima. Extasiados por el lugar, tiramos fotos a todos lados antes de buscar un lugar al abrigo del viento para comernos el bocadillo mientras vemos subir desde el collado de Barrosa en nuestra dirección a una caterva de franceses que a no mucho tardar van a flipar en colores al vernos  :)
Pues eso, que nos vestimos con las protecciones, ponemos las burras en posición de descenso y nos tiramos por la técnica ruta que flanquea la cresta del pico hasta el collado que lo separa del Pico Barrosa (todavía moteado de blanco por la reciente nevada), donde nos cruzamos con los franceses que, efectivamente, nos hacen fotos como si viesen elefantes rosas en mallas de ballet.
Bajando del Pico del Puerto Viejo
Ciclando en el paraiso
Primeros pasos técnicos
Aquí no dudamos y en vez de ir directos al puerto de Barrosa preferimos encaramarnos (medio a pie, medio ciclando) a los dos picos que tenemos tan cerca: pico de Barrosa (2746mt) y Punta Roya (2772mt), lugar este último tan o más impresionante que la primera cima, pues vemos caer a pico sus paredes hasta Barrosa, enfrentadas con las que bajan de Liena vertiginosamente. Y por si esto fuera poco, la panorámica de La Munia coronada de nubes y las impresionantes murallas de Troumouse a ratos teñidas por el sol, nos cortan la respiración.
Oriol tras decorado de cartón-piedra
A raaaasss
Ciclando la llegada a la cima
 Ahora sí que todo es bajar, primero hacia el cerro fronterizo nuevamente, una inmensa loma en desmenuzada roca negruzca que le da un aspecto volcánico al lugar. Por ella se cicla derrapando en rápidas eses, tan divertidas como un parque de atracciones, tan especiales como un día de lluvia en el desierto.
Estamos ya en el puerto de Barrosa (2534mt) y ahora sí que cambia el asunto, pues nos vamos a comer una abrupta bajada hasta los 1750mt del fondo del valle. Bajada observada por los ciclópeos contrafuertes de La Munia y Sierra Morena, técnica y estrecha, con mucho patio y más piedras aún. Exigente físicamente pero con la suficiente continuidad para que poco a poco vaya fluyendo la bici, para coger la confianza justa que te hace salvar los pasos comprometidos con la velocidad necesaria (pues la lentitud entre tanta piedra es sinónimo de caída).
Descenso divertidísimo por la loma cuasi-volcánica
Ya hay patio...
Enlazando zetas cerradas con barranqueras, largas diagonales y escalones, perdemos altura con gran rapidez y en un verbo hemos llegado al cauce del río Barrosa, el fondo del valle. Pero no es el final, porque aún queda tajo: el sendero que discurre paralelo al río es un falso llano descendente en el que se amontonan las rocas y raíces, terreno trabado a más no poder que atacamos sin piedad, con todas las fuerzas y ganas que nos quedan, intentando no poner un solo pie a tierra (algo que no conseguimos, por otra parte :p ).
De llegada al coche aún tenemos un regalo sorpresa, y es que el arreglo de la antigua canalización de agua del Barrosa hacia Pineta ha obligado a crear una pista paralela a la misma, que seguimos con la esperanza de una recompensa que intuimos. Y así es, puesto que dicha canalización cruza el sendero que baja de las minas de Liena, y nos permite trazar las últimas y adrenalíticas curvas en el corazón del frondoso abetal que cubre la ladera.
Entrando en terreno de Colomán Trabado
Hay mejores panoramas para acunar una trialera?

Sólo queda ya felicitarnos por el éxito del día, con la consecución de una ruta que seguro se convertirá en una clásica del cicloalpinismo, brindando con jarras de cerveza en Parzán mientras nos citamos para futuras empresas.
No, no nos hemos equivocado de trazada. foto de Oriol